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domingo, 21 de septiembre de 2014

El homo videns y la era digital - imagenes


¿Quien es Giovanni Sartori? Imágenes de alguien que nos ayuda a comprender nuestro presente



El maestro Sartori nor brinda algunos puntos de vista para comprender que es alienación y dependencia



Es de inteligentes comprender por dónde va caminando y de lógicos pedir ayuda así lo que le digan sea diferente de lo que espera escuchar


Los profesionales tenemos que idearnos otros modos de ver los medios. En los libros del Maestro Sartori hay trucos que bien hariamos en leerle y discutirle. En la biblioteca cintamos con un título suyo: La Politica, es un libro gris, como un gris así y no es muy gordo... lo sugiero para un buen fin de semana.




Para re-pensar-nos la caricatura nos da una mano

LOS CARTONES DE GARZÓN 
SON UNOS DIBUJOS
PARA RE-PENSAR-NOS

Desde hace muchos años leo con detenimiento los Cartones de Garzón, eran los días del Magazín Dominical. Y muchas veces lo coleccione para dejarlo en la diferentes bibliotecas escolares o populares donde trabajé. Ahora que estoy en Casanare, en Yopal y en Unitrópico he retomado la caricatura como la estrategia metodológica para motivar la lectura de los periódicos entre las nuevas generaciones universitarias en aras de sensibilizar el acercamiento a la historia política del país y del mundo. Pero recién supe que el autor de estos dibujos que nos ponen en calzas prietas a pensar sobre asuntos que la sociedad de consumo trata como obsoletos era hermano del inmolado humorista Jaime Garzón. Hace quince años nos quitaron sus apuntes, su risa, su mirada. Aún sigue su hermano; pero a veces lo dudo porque a mí también me da pereza pensar y quedarme de brazos cruzados. Ahora que emprendo esta exposición experimental en la Sala de Estudio de la biblioteca me aturden muchas preguntas. Espero contagiar con ese virus de la preguntadera a las nuevas generaciones que son mas visuales y también son críticos y también creen en el otro en toda su expresión natural y humana.

Sobre papel kraf de fondo, encima de páginas de papel iris de colores vivos, recortes de los periódicos de estos dibujos nos acompañaran durante dos semanas en la sala de estudio para que miremos por el retrovisor lo que ha pasado con nuestro pueblo. Me hace evocar lecturas de la universidad. En la materia de historia del pensamiento social leímos y discutimos un libro de Giovanni Sartori: El Homo Videns. La alienación no nos debe negar el disfrute, el sentir, lo humano. Los dibujos de Cartón anuncian como nos vamos robotizando... para decir lo mínimo. Siquiera alguien se inventó la caricatura. 
Estos son apuntes de emiro
quien sueña la sala de estudio 
convertida en el mejor lugar de estudio
 de la universidad, 

domingo, 14 de septiembre de 2014

JAIME GIL DE BIEDMA, un poeta amigo que nos dio...

poemas para el día de los amigos 





Mañana 15 de septiembre también es una fecha para celebrar  "el día del amigo con derechos"... o sea,  una fabulosa  disculpa para leer poesía, preferiblemente en voz alta. 


En: http://www.poesi.as/jgb59020.htm (consulta febrero 3 de 2014 para FE DE ERRATAS, boletín biblioteca UNITROPICO, una propuesta pedagógica en construcción, cuyo fin didáctico es promover la lectura por el gusto mismo de leer entre toda la comunidad universitaria y sus allegados y parientes):




CONTRA JAIME GIL DE BIEDMA

De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más negro
que mi reputación —y ya es decir—,
poner visillos blancos
y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colemena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas,
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?
Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.
Podría recordarte que ya no tienes gracia.
Que tu estilo casual y que tu desenfado
resultan truculentos
cuando se tienen más de treinta años,
y que tu encantadora
sonrisa de muchacho soñoliento
—seguro de gustar— es un resto penoso,
un intento patético.
Mientras que tú me miras con tus ojos
de verdadero huérfano, y me lloras
y me prometes ya no hacerlo.
Si no fueses tan puta!
Y si yo supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco...
De tus regresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.
A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!

autógrafo

Jaime Gil de Biedma




    
 CANCIÓN DE ANIVERSARIO


Porque son ya seis años desde entonces,
porque no hay en la tierra, todavía,
nada que sea tan dulce como una habitación
para dos, si es tuya y mía;
porque hasta el tiempo, ese pariente pobre
que conoció mejores días,
parece hoy partidario de la felicidad,
cantemos, alegría!
Y luego levantémonos más tarde,
como domingo. Que la mañana plena
se nos vaya en hacer otra vez el amor,
pero mejor: de otra manera
que la noche no puede imaginarse,
mientras el cuarto se nos puebla
de sol y vecindad tranquila, igual que el tiempo,
y de historia serena.
El eco de los días de placer,
el deseo, la música acordada
dentro en el corazón, y que yo he puesto apenas
en mis poemas, por romántica;
todo el perfume, todo el pasado infiel,
lo que fue dulce y da nostalgia,
¿no ves cómo se sume en la realidad que entonces
soñabas y soñaba?
La realidad —no demasiado hermosa—
con sus inconvenientes de ser dos,
sus vergonzosas noches de amor sin deseo
y de deseo sin amor,
que ni en seis siglos de dormir a solas
las pagaríamos. Y con
sus transiciones vagas, de la traición al tedio,
del tedio a la traición.
La vida no es un sueño, tú ya sabes
que tenemos tendencia a olvidarlo.
Pero un poco de sueño, no más, un si es no es
por esta vez, callándonos
el resto de la historia, y un instante
—mientras que tú y yo nos deseamos
feliz y larga vida en común—, estoy seguro
que no puede hacer daño.

autógrafo

Jaime Gil de Biedma



 AMOR MÁS PODEROSO QUE LA VIDA

La misma calidad que el sol de tu país,
saliendo entre las nubes:
alegre y delicado matiz en unas hojas,
fulgor de un cristal, modulación
del apagado brillo de la lluvia.
La misma calidad que tu ciudad,
tu ciudad de cristal innumerable
idéntica y distinta, cambiada por el tiempo:
calles que desconozco y plaza antigua
de pájaros poblada,
la plaza en que una noche nos besamos.
La misma calidad que tu expresión,
al cabo de los años,
esta noche al mirarme:
la misma calidad que tu expresión
y la expresión herida de tus labios.
Amor que tiene calidad de vida,
amor sin exigencias de futuro,
presente del pasado,
amor más poderoso que la vida:
perdido y encontrado.
Encontrado, perdido...

autógrafo

Jaime Gil de Biedma








QUE LA VIDA IBA EN SERIO


Que la vida iba en serio


uno lo empieza a comprender más tarde



-como todos los jóvenes, yo vine


a llevarme la vida por delante.


Dejar huella quería

y marcharme entre aplausos

-envejecer, morir, era tan sólo

las dimensiones del teatro.


Pero ha pasado el tiempo

y la verdad desagradable asoma:

envejecer, morir,

es el único argumento de la obra.





   

 IDILIO EN EL CAFÉ

Ahora me pregunto si es que toda la vida
hemos estado aquí. Pongo, ahora mismo,
la mano ante los ojos —qué latido
de la sangre en los párpados— y el vello
inmenso se confunde, silencioso,
a la mirada. Pesan las pestañas.

No sé bien de qué hablo. ¿Quiénes son,
rostros vagos nadando como en un agua pálida,
éstos aquí sentados, con ojos vivientes?
La tarde nos empuja a ciertos bares
o entre cansados hombres en pijama.

Ven. Salgamos fuera. La noche. Queda espacio
arriba, más arriba, mucho más que las luces
que iluminan a ráfagas tus ojos agrandados.
Queda también silencio entre nosotros,
silencio
              y este beso igual que un largo túnel.


autógrafo





¿Fue posible que yo no te supiera...



¿Fue posible que yo no te supiera
cerca de mí, perdido en las miradas?

Los ojos me dolían de esperar.
Pasaste.

Si apareciendo entonces
me hubieras revelado
el país verdadero en que habitabas!

Pero pasaste
como un Dios destruido.

Sola, después, de lo negro surgía
tu mirada.